La limpieza es el inicio de una buena higiene y con el uso de productos adecuados se garantiza no solo la salud de los usuarios sino también, del medio ambiente; este principio
lo tiene bien establecido el Hospital Pablo Arturo Suárez en el área de lavandería, que cumple con la función importante de garantizar la completa limpieza de la lencería
y frazadas hospitalarias mediante una desinfección y purificación adecuada.
El proceso inicia al retirar de cada piso la ropa y lencería usada; cuando llega a planta central (lavandería) se clasifica de acuerdo a color y grado de suciedad. Se realizan
dos prelavados solo con agua, después viene el lavado completo con el detergente biodegradable y el blanqueador no iónico, que reemplaza al cloro, debido a que el producto no es corrosivo ayuda a mantener el tejido, alargando la vida útil de la lencería.
A continuación, pasa a la fase de enjuague donde se emplea suavizante industrial para lavadoras automáticas de uso hospitalario, se enjuaga, se centrifuga, y se deposita en la secadora a alta temperatura para terminar de eliminar los microorganismos que hayan quedado luego del lavado.
Posteriormente, se entrega al área de doblado, donde se vuelve a verificar que no tenga ningún tipo de mancha, si se detecta alguna suciedad por mínima que sea, de nuevo ingresa al sector de lavado, finalmente se clasifica y se distribuye a las diferentes áreas.
Todo este proceso tiene un control de calidad tanto de Gestión Ambiental como de Gestión de Calidad, quienes se encargan de hacer un seguimiento exhaustivo para garantizar el uso de la prenda nuevamente, sin riesgo de contaminación. Adicional, cada tres meses se imparten charlas sobre el uso adecuado del producto y de las fases del proceso a todo el personal que labora en el área, con el objetivo de cumplir con los estándares de calidad fijados.
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